A mediados de 1974 se publican en varios diarios españoles, encabezados por el Heraldo de Aragón, las primeras noticias sobre un grupo de personas afincado en la capital de Perú, Lima, que afirmaban mantener contactos con extraterrestres desde Enero de 1974.
Uno de los diarios que publicó la noticia, La Gaceta del Norte, decidió enviar a un joven, pero experto periodista, de veintinueve años, a Perú para averiguar más datos sobre aquel sensacional asunto.
Este reportero, que se encontraba entonces bajo el fuego de las bombas en Israel, era el conocido escritor Juan José Benitez, autor de la saga «Caballo de Troya», que a su regreso de Perú escribiría una obra titulada OVNIs: SOS a la Humanidad (1975, Plaza & Janés) en la cual describe todas las experiencias vividas por algunos miembros del IPRI (Instituto Peruano de Relaciones Interplanetarias).
Según averiguó J. J. Benítez, este grupo de personas, encabezadas por Sixto Paz, habían supuestamente establecido contacto con una serie de «guías, extraterrestres», a través de la escritura automática o psicografía (variedad del espiritismo que consiste en relajar la mano y con una previa concentración dejar que escriba sola) que les comunicaron que estaban aquí para avisara la Humanidad de la situación en la que se encontraba, encaminada irremediablemente hacia su autodestrucción. Y todo aquello quedó bajo la denominación de Misión RAMA (Amar, escrito al revés).
Tal fue el éxito de la obra de Benítez que enseguida comenzaron a surgir grupos en España. Primero en Bilbao, posteriormente en Navarra, para seguir con Valencia, Zaragoza, Barcelona o Madrid.
En 1979 se llegan a contabilizar en tomo a seiscientos grupos de contacto bajo la denominación RAMA, que a comienzos de la década de los ochenta, coincidiendo con la crisis de información OVNI, van diluyéndose, aunque muchos de ellos siguen manteniéndose ciertamente fuertes y activos.
Entre estos grupos hay que destacar el de Lérida, encargado de las visitas a España de Sixto Paz, y también el de Madrid, con Vicente París, Maxi, Sara y Justo Tapiador, este último, quizá, el que más experiencias ha vivido, algunas de ellas compartidas en Perú y Egipto con el mismo Sixto Paz.
En 1988 en concreto, dentro de una reunión de RAMA, afirma haber vivido al igual que Sixto Paz en dos ocasiones, el paso a través de una puerta interdimensional bautizada como «Xendra» y viaja a Ganímedes, satélite presuntamente habitado de Júpiter de donde afirma que proceden gran parte de los guías de la misión que, como agrupación, dio por finalizada Sixto Paz en España en 1990, manteniéndose sin embargo la filosofía de RAMA en centenares de grupos de los treinta y tres países en los que cuenta con representación. De vez en cuando, miembros de RAMA realizan reuniones para intercambiar opiniones e ideas.
GRUPO DE CANARIAS
En Mayo de 1975, en Santa Cruz de Tenerife, un grupo de personas, encabezado por el periodista Francisco Padrón, tratan de establecer contacto con Inteligencias extra terrestres de una forma lo más racionalmente posible, a través de la ouija o vasografía.
Después de varios intentos, el 15 de Mayo afirman haber establecido una primera comunicación que se vería reforzada con un primer avistamiento esa misma noche sobre la isla.
Durante los días siguientes mantendrían esas experiencias de comunicación con unos seres procedentes, según rezaban aquellas comunicaciones, de Saturno.
En los días posteriores se introdujo en sus comunicaciones una entidad-computadora,«Opat-35», de Urano, que les intentó hacer desconfiar de los seres de Satumo. Pero sería el 9 de Junio de 1975 cuando F. Padrón, Emilio Bourgon y José Santos, reciben la «orden» de dirigirse a la playa de «La Tejita", en donde son testigos —según aseguran— de diversos avistamientos.
Según se averiguó más tarde al ser sometidos a varias regresiones hipnóticas, penetraron por espacio de treinta y cinco minutos en el interior de una nave, donde fueron al parecer examinados, de forma similar a otros abducidos.
Un nuevo encuentro, previa cita, se produjo el 23 de Octubre de 1975 en la misma playa de «La Tejita», donde obtuvieron cuatro documentos fotográficos impresionantes.
Como consecuencia de la difusión de estas experiencias a lo largo de los años, el movimiento contactista en torno a este grupo, y en especial alrededor de Padrón, ha ido aumentando progresivamente hasta hoy, en donde se mezclan intraterrestres, atlantes, bases submarinas... y un largo etcétera, de fenómenos intrigantes y asombrosos que merecen mayor extensión y que volveremos a analizar en otro post de esta web.
GRUPO AZTLÁN
En la primavera de 1976, un grupo de media docena de personas se reunía, motivados por las informaciones publicadas por aquel entonces, para tratar de establecer contacto a través de la ouija con seres vivos y, preferiblemente, con extraterrestres.
El 6 de Agosto de 1976 establecen definitivamente contacto. Un contacto que no ha cesado hasta nuestros días, aunque sólo desde 1988 decidieran iniciar la divulgación de aquellas experiencias.
Después de unos primeros y positivos encuentros, previa cita, decidieron encaminar por otra vía sus contactos, que efectúan hoy principalmente con presuntos seres de Apu, un planeta de Alfa Centauro, recibiendo todo tipo de sugestivas y sorprendentes lecciones sobre aspectos de la vida y de las ciencias.
Todas y cada una de estas experiencias han sido recopiladas en dos libros de circulación interna. Según ellos, la presencia de estos seres se debe a nuestro proceso evolutivo, que como el de todo ser vivo del Cosmos, tendría 7 fases y 7 subfases, encontrándose el habitante de la Tierra en la 4ª fase (Hombre corporal), 3ª subfase.
Según nos han explicado Luis, Jordi, Mana, Mariano, Juan y Malta —integrantes del grupo Aztlán que desean conservar el anonimato— estamos atravesando un período critico dentro de nuestro paso a la 4ª subfase, debido a nuestro desfase técnico-espiritual.
De acuerdo con «ellos» este paso va a ser difícil, casi catastrófico, con una serie de cataclismos naturales que provocarán que algunas tierras se sumerjan y otras emerjan, como ocurriera con la Atlántida, muy relacionada con Canarias.
El 6 de Agosto de 1976 establecen definitivamente contacto. Un contacto que no ha cesado hasta nuestros días, aunque sólo desde 1988 decidieran iniciar la divulgación de aquellas experiencias.
Después de unos primeros y positivos encuentros, previa cita, decidieron encaminar por otra vía sus contactos, que efectúan hoy principalmente con presuntos seres de Apu, un planeta de Alfa Centauro, recibiendo todo tipo de sugestivas y sorprendentes lecciones sobre aspectos de la vida y de las ciencias.
Todas y cada una de estas experiencias han sido recopiladas en dos libros de circulación interna. Según ellos, la presencia de estos seres se debe a nuestro proceso evolutivo, que como el de todo ser vivo del Cosmos, tendría 7 fases y 7 subfases, encontrándose el habitante de la Tierra en la 4ª fase (Hombre corporal), 3ª subfase.
Según nos han explicado Luis, Jordi, Mana, Mariano, Juan y Malta —integrantes del grupo Aztlán que desean conservar el anonimato— estamos atravesando un período critico dentro de nuestro paso a la 4ª subfase, debido a nuestro desfase técnico-espiritual.
De acuerdo con «ellos» este paso va a ser difícil, casi catastrófico, con una serie de cataclismos naturales que provocarán que algunas tierras se sumerjan y otras emerjan, como ocurriera con la Atlántida, muy relacionada con Canarias.
LA ESCUELA
Bajo los auspicios del veteranísimo contactado zaragozano, Pascual Vázquez Arracó (Zaragoza, 1909), un grupo de personas comenzó a reunirse en 1977 para realizar contactos con seres extraterrestres a través del mediumnismo, principalmente.
Entre 1977 y 1985 se realizan unas quinientas sesiones, y entre sus experiencias se encuentran varias realizadas, previa cita, con mención especial a lo ocurrido a las afueras de Zaragoza el 22 de Marzo de 1979.
La misión principal de este grupo es la de evolucionar y, según ellos, los extraterrestres, a los que prefieren llamar «seres dimensionales», están aquí para tratar de avisarnos del mal camino que hemos elegido por nuestra criminal industria armamentística.
Vázquez Arracó ha vivido toda la gama de experiencias inimaginables y el grupo mantuvo sus últimos contactos comunes en 1986, momento a partir del cual realizan sus experiencias de forma más individual e íntima, como es el caso de uno de sus miembros, al que llamaremos tan sólo Fernando, quien afirma que a mediados de la década de los ochenta llegó a penetrar esporádicamente, por espacio de un minuto, en el interior de un OVNI tripulado por dos seres, altos y rubios.
Para este contactado, como para el resto del grupo, en la década de los noventa le esperan a la Humanidad tiempos difíciles de cataclismos, durante los cuales perecerán dos tercios de la población del globo terráqueo.
Entre 1977 y 1985 se realizan unas quinientas sesiones, y entre sus experiencias se encuentran varias realizadas, previa cita, con mención especial a lo ocurrido a las afueras de Zaragoza el 22 de Marzo de 1979.
La misión principal de este grupo es la de evolucionar y, según ellos, los extraterrestres, a los que prefieren llamar «seres dimensionales», están aquí para tratar de avisarnos del mal camino que hemos elegido por nuestra criminal industria armamentística.
Vázquez Arracó ha vivido toda la gama de experiencias inimaginables y el grupo mantuvo sus últimos contactos comunes en 1986, momento a partir del cual realizan sus experiencias de forma más individual e íntima, como es el caso de uno de sus miembros, al que llamaremos tan sólo Fernando, quien afirma que a mediados de la década de los ochenta llegó a penetrar esporádicamente, por espacio de un minuto, en el interior de un OVNI tripulado por dos seres, altos y rubios.
Para este contactado, como para el resto del grupo, en la década de los noventa le esperan a la Humanidad tiempos difíciles de cataclismos, durante los cuales perecerán dos tercios de la población del globo terráqueo.
FRAGA
En Septiembre-Octubre de 1986, tras meses de esfuerzos, un grupo de seis personas se reuniría casi a diario en la población fronteriza de Fraga, entre las ciudades de Zaragoza y Lérida.
En estas sesiones se establecen supuestamente contactos, de tipo psicográfico y mediúmnico, con unos seres que dicen proceder de Ganimedes y Apu, con afirmaciones que coinciden básicamente con las de la filosofía de Misión RAMA.
A partir de estos primeros contactos surgen -así lo aseguran sus miembros- una serie de positivos encuentros, previa cita,que alcanzarían su punto cumbre en Enero de 1987, cuando cuatro personas son citadas en un campo cercano a Fraga.
Uno de ellos -explicarían- recibe la orden de adelantarse al grupo en coche, un Seat 127, y así lo hace. Este testigo, un diseñador, va a parar al lugar en donde se posa un objeto, del que se abre una puerta, saliendo de ella un ser rubio y de unos dos metros de alto que le entrega una piedra, que durante un año estuvo en posesión del grupo, que mantuvo durante 1988 sus contactos.
Al cabo de un año aquella misteriosa piedra negra y brillante desaparece sin explicación de un cajón de uno de los miembros de este grupo, Antonio Selles, quien en un reciente viaje a Tenerife fotografió un objeto discoidal sobre el Valle de Ucanca, a pesar de que actualmente los contactos han cesado.
En estas sesiones se establecen supuestamente contactos, de tipo psicográfico y mediúmnico, con unos seres que dicen proceder de Ganimedes y Apu, con afirmaciones que coinciden básicamente con las de la filosofía de Misión RAMA.
A partir de estos primeros contactos surgen -así lo aseguran sus miembros- una serie de positivos encuentros, previa cita,que alcanzarían su punto cumbre en Enero de 1987, cuando cuatro personas son citadas en un campo cercano a Fraga.
Uno de ellos -explicarían- recibe la orden de adelantarse al grupo en coche, un Seat 127, y así lo hace. Este testigo, un diseñador, va a parar al lugar en donde se posa un objeto, del que se abre una puerta, saliendo de ella un ser rubio y de unos dos metros de alto que le entrega una piedra, que durante un año estuvo en posesión del grupo, que mantuvo durante 1988 sus contactos.
Al cabo de un año aquella misteriosa piedra negra y brillante desaparece sin explicación de un cajón de uno de los miembros de este grupo, Antonio Selles, quien en un reciente viaje a Tenerife fotografió un objeto discoidal sobre el Valle de Ucanca, a pesar de que actualmente los contactos han cesado.
© Carballal, 1991
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