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¿QUIÉN FUÉ CARLOS CASTANEDA?

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EL OJO CRITICO: EL PRECIO DE LA LIBERTAD



En 1993 había mucha actividad en el mundillo paranormal español. El grupo Aztlan, y su contacto, Genom, vivían su mejor momento. El sacerdote Francois Brune nos acercaba al mas allá de la muerte, con la TCI, y el Houbble al más allá del espacio, con la primera foto de un agujero negro.

En 1993 el cirujano psíquico Stephen Turoff era procesado por intrusismo profesional y fallecía el “hermano Pedro”, uno de los médiums más influyentes del espiritismo español. Pero también Marcelo Truzzi, Richard Broughton y Stanley Krippner participaban por primera vez, que no por ultima, en un congreso español de parapsicología cientifica, y los OVNIs llegaban al Parlamento Europeo, tras el congreso ufólogico de Italia y la redacción del “informe Regge”.



Mientras el Dr. Jiménez del Oso dirigía la revista Espacio y Tiempo, precursora de la actual Enigmas, en televisión, su vacío era llenado por Andrés Aberasturi (Antena 3) y Felix Gracia (Tele5) quienes se repartian la audiencia del misterio. Pero fué Gracia quien consiguió sentar en el mismo plató este año, por primera y ultima vez, a J.J. Benitez y a Vicente Juan Ballester Olmos frente a frente, gracias, todo hay que decirlo, a las hábiles gestiones de Javier Sierra.

Andreas Faber Kaiser se debatía entre la vida y la muerte (su artículo en el número 56 de Mas Alla es histórico), y J.J. Benítez publicaba “Materia Reservada” y “Mis enigmas favoritos”, que llevaban su forma de ufología al gran público. Al mismo tiempo Nacho Cabria publicaba, con la fundación Anomalía “Entre Ufólogos, Creyentes y Contactados”, destinado a los verdaderos amantes de la ufología.
Y en medio de todo eso, surge una nueva publicación. Un humilde boletín hecho artesanalmente, que compartía espacio con otros muchos fanzines similares editados en la época: “El Colegio Invisible”, de Javier Sierra; “La última hora”, de Iker Jiménez y Lorenzo Fernandez; “Frontera Científica”, de Ricardo Campo y Jose Gregorio González, o “Desclasificado”, del LACIP, entre otros. Hoy todos ellos, menos EOC, desaparecidos.

El numero 0 de “El Ojo Crítico” se abría con un artículo de Manuel Carballal titulado “Medios de comunicación y misterio”, que era toda una declaración de intenciones. Las reflexiones del investigador gallego cuajaron en algunos colegas de otros países, hasta el punto de que el primer articulo de EOC era reproducido por publicaciones escépticas internacionales, como “La nave de los locos” (número 3, pag. 11). A partir de ese momento con mucha frecuencia escépticos y pseudoescépticos han reproducido una y otra vez informaciones publicadas en EOC, aunque prefiriendo omitir ante sus colegas el origen de dichas informaciones.



En ese mismo número 0, y según nuestros detractores, desenterrábamos también el “hacha de guerra” al no limitar nuestras criticas a sectas, videntes o vividores del misterio, por un lado, o a los negativistas, pseudoescépticos y charlatanes de la pseudociencia por el otro. Sino que nos atrevíamos a cuestionar a algunas de las “vacas sagradas” del mundo del misterio, lo que pronto nos valió la total marginación en los grandes medios del periodismo paranormal. En aquel número 0, por ejemplo, desvelábamos las incongruencias del famoso Antonio Jose Alés, creador de las Alertas OVNI y director del legendario programa Medianoche, al publicar dos comprometidas fotografías del mismo publicadas por la revista Diez Minutos. Mientras en el número 1954 de dicha revista, publicado el 31/1/89 Alés aparecía mostrando una “piedra del desierto con gusanos fosilizados”, para ilustrar una entrevista que le hacia el seminario, en el número 1961 de la misma revista, publicado el 21/3/89, el mismo Alés aparecía con la misma piedra, pero presentándola ahora como “piezas mecánicas (tornillos) procedentes de naves espaciales”. En este caso la foto ilustraba un articulo firmado por el mismo Alés, en el que pretendía exponer la teoría de la presencia extraterrestre en las pinturas rupestres de Tassilli, utilizando la piedra con los “tornillos fosilizados” como una evidencia de tal presencia alienígena. Solo nosotros nos percatamos de que el mismo Alés, y no nosotros, había afirmado que aquellos “tornillos” eran gusanos fosilizados 2 meses antes. O quizás otros investigadores también se percataron, pero solo nosotros lo publicamos.

Aquella primera crítica a uno de los mas famosos divulgadores españoles del misterio, ya en nuestro número 0, nos marcó como proscritos, tanto para creyentes como para negativistas del misterio. Y así arrancó EOC, enfrentado a todos los extremos del misterio, y realizando su trabajo sin el apoyo de ninguna asociación, editorial, u organización, pro ni anti fenómenos paranormales.

A partir de entonces, y durante varios años, nuestros primeros trabajos eran obviados en los círculos paranormales españoles, sin embargo publicaciones francesas, italianas, británicas o americanas reproducían o comentaban algunos de aquellos primeros reportajes. Fue lo que ocurrió con “Un origen sexual del fraude UMMO”, que publicamos en la portada del número 1 de EOC, y que fue comentado por diferentes revistas especializadas como Lumieres dans la nuit (Francia) o Giornale dei misteri (Italia) entre otros.

Llegaba el año 1994. Este año EOC realizó diferentes experimentos con videntes, realizando test de pronosticos mánticos, recogidos personalmente con algunos de los profesionales mas prestigiosos en el campo de la astrología, cartomancia o videncia, y que no arrojaron ningún resultado positivo ( EOC nº 2)

Además fuimos los primeros en rescatar de los archivos criminales casos de “psicópatas esotéricos” (EOC nº 3), algo que luego se pondría muy de moda. Como se pondría de moda la teoría de que muchos OVNI ocultan actividades militares secretas, pero fuimos nosotros en nuestro primer número especial (EOC nº 4), dedicado al fenómeno OVNI, los primeros en apuntar casos concretos e irrefutables de maniobras militares ocultas tras invidentes OVNI, como el caso de los UFO-Crash en España, cuyo origen nada tenía que ver con extraterretres, sino con globos estratosféricos militares, aviones espía de la base de Rota, etc.

En ese mismo número 4, por cierto, dábamos también carpetazo a uno de los casos más famosos del momento, que había acaparado la prensa ufológica internacional durante más de dos años: el incidente Amauri Rivera. Ademas de ponernos en contacto personal con el autor de las fotos OVNI mas famosas internacionalmente del momento, y recopilar un amplísimo dossier sobre el caso, EOC fue la primera publicación hispanoparlante (quizás la única) que se hizo con la foto clave de la maqueta utilizada por Amauri Rivera en su engaño, y que la publicó.

A partir del número 5 de EOC empezamos a recibir colaboraciones de los especialistas independientes que no temían publicar en una revista anticomercial, aun a riesgo de compartir las críticas que creyentes y detractores empezaban a hacer, cada vez más enérgicamente, contra EOC. Desde la pésima maquetación de la revista, a las garrafales faltas ortográficas o de estilo de algunos artículos, que reconocemos, se buscaron todo tipo de armas para desacreditar nuestro trabajo, aunque nadie conseguía refutar nuestras investigaciones. Así que mientras repudiaban el continente, el contenido de EOC seguía creando un estilo.

Fuimos los primeros en revelar las incongruencias legales de las academias y universidades de parapsicología, que empezaron a abundar a mediados de los 90, de la mano de abogados como Manuel Gomez Ruiz (EOC nº 5). Y también los primeros en investigar a los investigadores.

El informe grafológico que hizo para EOC nº 7 Clara Tahoces fue la comidilla de la comunidad ufológica hispanoparlante. La idea surgió cuando nos enteramos de que el Centro de Estudios Interplanetarios había descalificado el caso de la supuesta abducida Prospera Muñoz, al comparar dos análisis grafológicos de la supuesta abducida que resultaban incompatibles, delatando un supuesto “trastorno de personalidad” que invalidaba su relato. En realidad los colegas del CEI, que mandaron sus cuestionarios por correo, analizaron uno que era obra de Prospera y otro que era fruto de su marido, Jose Semitiel, creyendo que ambos correspondían a la mano de la testigo, y metieron la pata. Eso nos dio la idea de dar a los ufólogos una ración de su propia medicina, encargando un informe psicografologico de 5 conocidos ufólogos de campo y 5 ufólogos de gabinete, y comparando los resultados… una travesura sin mas trascendencia pero que arrojó unas conclusiones que invitan a la reflexión.

El número 9 de EOC despertó también un especial interés entre los investigadores. No sólo por la documentada critica que Carlos Fernández, profesional de la electrónica, hacía a la fotografía Kirlian, o por que iniciábamos una serie de artículos que se publicarían en diferentes números, ofreciendo el análisis estadístico de un universo de 200 casos OVNI protagonizados por profesionales aeronáuticos; sino por que emitíamos nuestro informe sobre el caso DARO, probablemente el affaire más fascinante y enriquecedor que se ha dado en la casuística OVNI hispana, y que de no haber sido desenmascarado por nosotros, sin ninguna duda se habría convertido en un nuevo UMMO o un nuevo Billy Meier. De hecho a punto estuvo de conseguirlo…

En los números 10 y 11 el Grupo Aztlan, George Adamsky o las apariciones de Garabandal eran objeto de nuestro ojo crítico. Pero quizás lo mas relevante fue la aportación del filólogo Jose Alberto Gómez, que desde el número 11 de EOC nos explicaba las razones filológicas por las que no es posible el contacto ET. Un aspecto este que nunca había sido tocado por los ufólogos.

Quizás las dos cosas que han caracterizado a EOC es, en primer lugar que cuando descalificamos un suceso paranormal es después de una completa investigación in situ, y en segundo lugar la reflexión lógica a que sometíamos los misterios. Artículos como “Reflexiones lógicas contra la TCI” (EOC nº 12), o “Reflexiones lógicas contra la HET”, demuestran que es posible la crítica sin agredir las creencias de los creyentes, simplemente exponiendo cosas tan obvias y evidentes, que sorprende que hayan pasado desapercibidas de la comunidad de investigadores, tanto creyentes como incrédulos. Algunos de esos artículos, como las “Reflexiones lógicas contra la HET” fueron incluso reproducidos por revistas radicalmente escépticas, como la mexicana Perspectivas Ufológicas, número 2, pag. 7.

Resulta divertido, con la perspectiva del tiempo, leer ahora artículos como “Mafias ufológicas” (EOC nº 14) o “Los viejos mitos ufológicos nunca mueren” (EOC nº 12). En estos momentos, año 2006, en que los más conocidos divulgadores del misterio se lamentan de los enfrentamientos entre investigadores, el “amiguismo” o la falta de colaboración, aquellos números de EOC demuestran que hace 10 años estábamos exactamente igual. No es cierto que las cosas estén peor ahora que hace 10 o 20 años. Siempre han existido tendencias y opiniones enfrentadas, y EOC es una buena prueba de ello.

A partir del número 15 de EOC abríamos un nuevo frente de batalla. Después de haber desenmascarado en nuestras páginas a falsos contactados, falsos videntes y falsos investigadores, nos enfrentábamos también a los falsos “escépticos”. En ese número, en el que denunciábamos también los negocios de la secta brasileña Iglesia Universal del Reino de Dios en Vigo, conocíamos de la mano de un prestigioso historiador aeronáutico el verdadero origen militar de muchos OVNIs y alertábamos de las estafas en Lanzarote de la vidente Dina, desenmascarábamos por primera vez los engaños de la asociación pseudoescéptica ARP. Una crítica que se desarrollaría muchísimo más intensa y documentadamente en el número 16. Aquel extenso informe titulado “El fraude de los escépticos”, plagado de documentos, fotos y otras pruebas de nuestras acusaciones, nos sirvieron para ocupar, además, el punto de mira de ARP. Así, a partir de 1995/96 EOC era odiado por igual por quienes se autodenominaban videntes, contactados o mediums, por quienes se autodenominaban ufólogos, parapsicólogos o investigadores, y por quienes se autodenominaban escépticos, críticos y científicos. Pero la verdad es que a nosotros no nos importaba demasiado. Mientras los perros ladran a la luna, nosotros continuamos publicando, contra viento y marea.

El reportaje “El fraude Schiariti” (EOC nº 18) supuso la salida de España del más famoso “psíquico” argentino, Ricardo Schiariti, que había llegado a España con la pretensión de convertirse en el nuevo Uri Geller. Pero descubrimos, aun a riesgo de sufrir una agresión al desenmascararlo en plena actuación, que sus supuestos poderes psíquicos eran en realidad trucos de ilusionismo. Como resultado de nuestra investigación Schiariti se volvió a Argentina, donde posteriormente terminaría siendo detenido y procesado (EOC nº 45)

Desgraciadamente en ese mismo número dábamos la noticia de que Ricardo Caruncho, nuestro compañero ferrolano, había fallecido. La Fundación Anomalía terminaría por dar su nombre a uno de sus premios anuales a la investigación OVNI.

Precisamente uno de nuestros trabajos, el “Informe sobre la oleada OVNI gallega 1995/1996”, publicado en EOC nº 19, sería merecedor de uno de esos premios de la fundación Anomalía, pese a mucha oposición.

El número 20 de EOC fue casi un monográfico sobre el affaire UMMO, donde exponíamos, por primera vez, las conexiones que los servicios de información españoles, tanto de Interior como de Defensa (SECED y CESID) habían tenido con el autor del mayor fraude en la historia de la ufología internacional. Sin embargo, habría que esperar hasta el número 24 para que publicásemos, a lo largo de 5 números, la extensa confesión que José Luis Jordán Peña redactó para nosotros; casi 50 páginas nada más y nada menos. Muchos han publicado después entrevistas con Jordán, pero nos apetece recordar que, una vez más, nosotros fuimos los primeros.

También fuimos los primeros en analizar aspectos criminológicos y victimológicos de los fraudes paranormales (EOC 21), que no habían sido estudiados anteriormente. En ese sentido dedicamos especial atención a los casos en que las creencias esotéricas terminaron de la forma más terrible posible: en el suicidio. Con artículos como “Sectas y Suicidio” de Marta Nuñez (EOC nº 21), “Los Suicidas de Tarrasa” de Josep Guijarro (EOC nº 41) o “Los Cuatro Pilares del Apocalipsis” (EOC nº 42/43) de Jose Manuel Frias, también abrimos frentes que ahora otros han imitado.

Y fuimos el único medio que se atrevió a denunciar públicamente sectas y falsos estigmatizados, como el caso del Arca de La Coruña de Nonsiamosoli (EOC nº 22 y 23), al que sometimos a una rigurosísima investigación casi policial. Aun a pesar de demostrar inequívocamente el peligro social de esta secta, los demás medios especializados temían represalias legales y optaron por el silencio…

Esta actitud nos la hemos encontrado en muchas ocasiones, en que una revista comercial, o un programa radiofónico o televisivo, que depende de la publicidad de sus anunciantes, prefiere hacer la vista gorda ante un fraude paranormal por evitarse problemas. Nosotros, afortunadamente, no dependemos de ninguna editorial, asociación, o tendencia ideológica a favor o en contra del misterio. Preferimos limitarnos a los hechos.

En Junio de 1998 estrenábamos nuevo editor. Ruben Sobrino daba un aire nuevo a la maqueta de EOC, y ese número 23 llegaba además con contenidos especialmente provocadores. Nuestra investigación en Haití, desenmascarando el fraude de los “diablos” del vudú, que pudo habernos costado la vida, ha sido uno de los reportajes más comentados en la historia de EOC. En ese mismo número desvelábamos también, en primicia en España, la identidad de las supuestas extraterrestres Asket y Nera, fotografiadas por el contactado suizo Billy Meier, y que resultaron ser las bailarinas de un programa de tv norteamericano de los años 50. Pero lo que realmente hizo que todo el mundo del misterio conociese de golpe la existencia de EOC, aunque llevásemos ya 5 años de vida, fue el artículo “La prostitución del periodismo paranormal”, que posteriormente fue reproducido por docenas de boletines, revistas y páginas web en todo el mundo hispanoparlante. Lo que demuestra que no debemos menospreciar el potencial mediático de un humilde boletín hecho a base de fotocopiadora.

En el número 24 se iniciaba la publicación de la confesión completa de Jordán Peña, explicando a los lectores de EOC, como y porqué fabrico UMMO. Y en ese mismo número denunciábamos, por primera vez, el sensacionalismo del hoy famoso Iker Jiménez, para quien analizamos la filmación del OVNI de Trujillo, y que pese a nuestro análisis irrefutable explicando su naturaleza Jiménez colocó en la portada de la revista Enigmas, con el sensacional título de “exclusiva mundial”. Ahora también son muchos los que se suman a la crítica hacia el controvertido presentador de “Cuarto Milenio”… pero nosotros les llevamos 10 años de ventaja.

A partir de 1999 publicamos varios artículos sobre aspectos criminales del mundo del misterio, como las controvertidas “snuff movies”, algunas de las cuales tuvimos la oportunidad de analizar (EOC nº 25). Y es justo recordar que en ese mismo número publicábamos, por primera vez, el artículo “La psiquiatría de lo paranormal”, de Ruben Sobrino, que después seria reproducido en más de media docena de revistas comerciales y boletines, tanto españoles como extranjeros, creando escuela.

EOC no solo ha desenmascarado fraudes, estafas y engaños paranormales. También hemos publicado trabajos de investigación en los que simplemente se enunciaban casos no explicados, sin entrar en conjeturas sobre su naturaleza. Son artículos técnicos en los que nos limitamos a aportar gran cantidad de datos, recogidos siempre “in situ” por los encuestadores, como el informe de la oleada gallega, el extenso informe sobre el caso Monica Nieto (EOC 27) o el voluminoso trabajo sobre “encuentros cercanos con OVNIs” publicado en EOC nº 26. Por cierto, en este número aparecía también nuestra controvertida entrevista con el Coronel Juan Alberto Perote, del CESID, que algunos se atrevieron a insinuar que no podía ser real. Hasta que Perote acudió a los micrófonos del programa Mundo Misterioso ratificando todo lo que nos había contado, en compañía de Miguel Cerdán (actual director de Interviú), Fernando Rueda (Redactor Jefe de Interviú), Stella Remington (exdirectora del MI6), Pilar Urbano, etc.

EOC recibió el año 2000 como se merecía, con un número doble (28/29) en el que destacaban las entrevistas exclusivas a Zahi Hawas (director arqueológico de la meseta de Giza) y a Miguel Serrano, ideólogo del hitlerismo esotérico internacional.

Y es que, hay que reconocerlo, las entrevistas a personajes relevantes del mundo del misterio, y no nos referimos a investigadores ni divulgadores necesariamente, han sido siempre un elemento importante en EOC. Además del Dr. Hawas, Serrano o el Coronel Perote, en EOC entrevistamos, por primera vez, a personajes como el Inspector Jefe Isidoro Sanchez, jefe del grupo de sectas de la Brigada de Información del Cuerpo Nacional de Policía, o el sacerdote católico Mario de Oliveira, principal detractor de las apariciones marianas en Fátima (EOC 31).

Aunque es justo reconocer que estamos muy orgullosos de las entrevistas que nos han concedido, en exclusiva para EOC, personajes como Salvador Freixedo (EOC nº 40) Pili Abeijón (EOC nº 19), Javier Sierra (EOC nº 40 ) o Nacho Ares (EOC nº 47 ), y que fueron muy comentadas en su momento, e incluso reproducidas por otros medios.

Merece la pena recordar que ese número 31 de EOC incluía además un inquietante reportaje sobre las sectas satánicas españolas, controladas por el CESID, y también el primer perfil del investigador OVNI español. Mejor o peor pero fuimos nosotros, y no otros, los primeros en realizar una encuesta entre los ufólogos españoles, para averiguar cual era el perfil social, cultural, etc, del ovnílogo en España.

Y merece la pena también recordar en número 34 de EOC, donde publicábamos en exclusiva la exhaustiva investigación a que sometimos al curandero malagueño Andrés Ballesteros, desenmascarando sus fraudes y consiguiendo que fuese detenido y acusado de estafa. Todos los medios de comunicación nacionales se hicieron eco de aquella investigación, y muchos pretendieron subirse al carro de la crítica, como siempre, diciendo “yo soy escéptico y ya lo sabía”, pero los únicos que demostramos el fraude fuimos nosotros, que preferimos obtener las pruebas antes de enunciar la acusación de estafa.

Primavera del 2002, con un retraso imperdonable dedicamos un reportaje a la mujer en la investigación paranormal. Relegadas chovinistamente al papel de psíquicas, mediums, videntes o contactadas, dentro del mundo del misterio, nosotros intentamos reivindicar algunos de los nombres más importante en el panorama de la investigación paranormal, que son femeninos: Pili Abeijón, Clara Tahoces, María Ferraz, Mª Sol Roldan, Magdalena del Amo, Sol Blanco, Rosa mª Padilla, Charo Lozano, etc. (EOC nº 35). Posteriormente otros autores sintieron la necesidad de reivindicar el papel de las investigadoras en el mundo del misterio, pero nosotros lo hicimos en 2002.

Este número 35 supone un antes y un después para EOC, ya que, cuando en 2006 nuestros compañeros de www.fraudesparanormales.com suben a la red su portal sobre engaños paranormales, nos piden que les enviemos los números de EOC cuya maquetación fuese digital.

En EOC nº 36 aparece una nueva sección que, sin duda, monopoliza el interés de un alto número de nuestros lectores: Los Confidenciales de EOC. Informaciones secretas, discretas e indiscretas del interior del mundillo del misterio, que la mayor parte de las veces incomoda a unos, a otros, o a todos. En ese número hay que destacar, con todos los honores, el artículo “New York, golpe de estado mundial” de José Lesta. Mucho antes de que se pusiese de moda cuestionar la versión oficial sobre el 11-S, EOC ya se adelantó con este excepcional trabajo del investigador gallego. Y no menos merecedor de elogio es, en el mismo número, el artículo de Juanjo Lopez sobre vampirismo. En realidad el primero de varios trabajos de investigación, alguno de los cuales, por cierto, sería plagiado por un conocido programa de radio, tres veces milenario… Los casos más importantes investigados por el legendario Comisario Antonio Viqueira Hinojosa, contados para EOC por su nieta (números 40 y 41), las investigaciones del popular periodista Antonio Salas (EOC nº 39 y 42) o las colaboraciones de autores como el espiólogo más importante de Europa, D. Pastor Petite (EOC nº 34), o Fernando Rueda (Redactor Jefe de Interviú), en EOC nº 42/43, dieron picos de prestigio y credibilidad a nuestra publicación, envidiados por otras muchas.

Ya en 2005 volvimos a dedicar un número a un tema monográfico. EOC 44 se centro en la astroarqueología y los supuestos misterios del pasado, desvelando fraudes como las “piedras de Ica”, confusiones como los “aviones de Abydos”, o auténticas maravillas tecnológicas del pasado, como la “maquina de Antikitera”. Y seguidamente otro número especial, el 45, esta vez sobre videntes, psíquicos y adivinos. Un especial del que no salieron muy bien parados personajes como Octavio Aceves, Carlos Jesús o Ricardo Schiariti.

EOC nº 48/49, uno de los números con más primicias de todos los publicados, nos trajo nueva sorpresa, el de que el responsable de un fraude confesase el mismo ante nuestro anuncio de investigarlo. Ocurrió cuando en la página 35 presentamoss un proyecto para localizar la imagen origial; “una fotografía de época de unas niñas reunidas en torno a un centro floral”, utilizada para el fraude de las famosas fotos del “fantasma de 3 niñas” popularizadas hasta la saciedad por Iker Jiménez en la promoción de su libro “Camposanto”. Pues bien, 48 horas después de la publicación de esa advertencia en EOC, Iker Jiménez reconocía la existencia de la foto de las niñas en torno al centro floral, y hacia publica la imagen que origino el fraude… Cualquier lector que haya seguido nuestra trayectoria en los ultimos 12 años se habrá dado cuenta de que no nos afectan las criticas ni los ataques, ni de unos ni de otros. Hemos denunciado por igual charlatanes creyentes o escepticos. Y en justa correspondencia nos hemos hecho merecedores de las iras de todos ellos. Pero mientras unos y otros han buscado por todos los medios la fama, el dinero o el poder, nosotros hemos continuada investigando. Al margen de las revistas comerciales, de los grupos y asociaciones creyentes o negativistas, de congresos y seminarios donde siempre se escuchan las mismas voces. Al margen de todos, nosotros seguimos haciendo lo que nos apasiona, investigar. Y nuestras páginas están abiertas a quienes sientan la misma pasión, pertenezcan a los colectivos que pertenezcan.

Desde la perspectiva que da medio centenar de números publicados, contra todo pronóstico, no podemos evitar la sonrrisa al escuchar a quienes se autodenominan investigadores, creyentes o escépticos, que llenan docenas de blog y paginas en Internet de conjeturas, opiniones y las mas de las veces simples prejuicios, sin aportar ni una prueba de nada, ni a favor ni en contra, de lo paranormal.

Apenas existen ya investigaciones reales. Y pensamos que eso es lo que diferencia a EOC de los demás. Desgraciadamente, cada vez queda menos con quien comparar, ya que todas las publicaciones independientes, fanzines y boletines en papel, han desaparecido ya. Y entendemos esas desapariciones. El mantenimiento de una publicación en soporte de papel, independiente, y sin apoyos de ninguna editorial, asociación o colectivo, es difícil. Pero ese es el precio que tenemos que pagar por nuestra independencia. Y para desgracia de crédulos, creyentes, escépticos y negativistas, EOC seguirá existiendo. Hemos demostrado, en 12 años, que se puede investigar lo paranormal, sin depender de revistas comerciales, asociaciones internacionales, ni divulgadores famosos. La libertad es posible.

En EOC han publicado investigadores y periodistas españoles tan conocidos como David Cuevas, Rafa Cabello, Josep Guijarro, Bruno Cardeñosa o Manuel Carballal, e investigadoras como Clara Tahoces, María Ferraz o Pili Abeijon. Miembros de asociaciones escépticas, como Diego Zuñiga o Jose Juan Montejo, y de colectivos pro-paranormal, como Carlos Garcia Tutor o Jose Manuel Frias. Autores tan opuestos en sus planteamientos, como Iker Jiménez y Jose Manuel García Bautista, o tan cercanos, como Miguel Pedrero y José Lesta. Legalistas como Manuel Gomez Ruiz y Antonio Luis Moyano, o encuestadores como Carlos Fernández y Moisés Garrido. Colaboradores extranjeros, como Scott Corrales, Debora Golstein o Raul Núñez, y firmas invitadas como Fernando Rueda, Pastor Petit o Belén Viqueira, etc, etc. Etc. A todos ellos, gracias por haber colaborado con nosotros en mantener, durante 50 números, la libertad y la independencia.

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