El mismo concepto de la «purificación» es compartido por otros muchos contactados, como el portorriqueño Orlando Rimax.
Rimax, líder del grupo contactista Núcleo Alción, dedica contundentes párrafos en su segunda obra, Caminos Largos (1989), a este tema:
«La Tierra está invadida por una plaga de sabandijas humanas que destruyen las maravillas y bellezas del planeta. Pero el momento se acerca para que los extraterrestres tomen acción y fumiguen la Tierra para aniquilar todo tipo de parásitos, sabandijas, insectos y bestias que son como el comején, o sea, la hormiga blanca o el anay. La Tierra está infectada».
Rudo y seguro, Rimax continúa:
«El plan de los extraterrestres es el siguiente:
- Primero fumigar y limpiar la casa. El planeta tiene que ser limpiado de toda suciedad y purificado.
- Segundo, la Tierra será visitada por gigantescas arcas (naves) que traerán a contingentes de ángeles (extraterrestres) y comenzarán a desmantelar todos los artefactos nucleares.
- Tercero, se erradicará toda violencia.
- Cuarto, los que estén podridos tendrán que salir del planeta.
Todo esto ocurrirá antes de los primeros doscientos años del siglo XXI».
La mayoría de los psicólogos o sociólogos que se acercan a este fenómeno, observan en estas profecías apocalípticas el mismo terror milenarista del año 1000.
Para Ignacio Cabria, antropólogo social español hoy afincandc.), en Maputo (Zimbawe), y autor de un excelente ensayo titulado El Milenio Extraterrestre (1988), asegura que dos extraterrestres no son más que una religión alternativa en la crisis milenarista del año 2000. Sin embargo, otros observadores apuntan acertadamente que ahora, y no en el año 1000, la situación del planeta es lo suficientemente patética, y el potencial bélico lo suficientemente destructivo como para poder plantearse una catástrofe planetaria.
Notas:
- (c) Nonsiamosoli (Del italiano Non siamo soli, «No estamos solos»): Se trata del que ha sido durante años el órgano de difusión del contactado Eugenio Siragusa, de Catania (Italia). Editado por los hermanos Bongiovanni, Nonsiamosoli ha recogido desde los mensajes apocalípticos de Siragusa a interesantes documentos gráficos y periodísticos que, en alguna medida, parecen avalar algunas de las afirmaciones de estos contactados.
El boletín comenzó a editarse por el número 33, y ha ido numerándose hacia atrás hasta que en 1991 llegaron al número O, creyendo que entonces se iba a producir el fatídico fin del mundo. Su catastrofismo erróneo ha restado mucha credibilidad en los últimos meses a este grupo de contacto.
- Arcas:
Refugios subterráneos, construidos generalmente de forma casera, por los seguidores de Eugenio Siragusa, para prevenirse del inminente fin de los tiempos.
Los refugios subterráneos. definidos como -arcas que nunca conocerán las aguas- estuvieron listos en el verano de 1991 en buena parte de Europa, en espera de la llegada del Apocalipsis. Actualmente, la construcción de las arcas, lejos de remitir, ha seguido extendiéndose por doquier, en especial por el cono sur americano, lugar de frecuentes visitas de los portavoces más enfervorecidos de Siragusa: los hermanos Bongiovanni.
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