DESAPARICIONES Y OVNIS

Veinte de Agosto de 1962. El joven Raimundo Mafra da Silva se persona, visiblemente alterado, ante el teniente Lisboa, de la Policía de Duas Pontes (Brasil), narrando una increíble historia. 

Según el muchacho, su padre, Rivalino Mafra da Silva, había sido secuestrado cuando se encontraban juntos realizando su trabajo en el campo. Los hechos sucedieron después de que observaran dos objetos no identificados, que se encontraban suspendidos a unos dos metros del suelo, que emitían un extraño zumbido y un resplandor intermitente por una apertura. 

Rivalino se acercó lentamente a los OVNIS y, cuando estaba a unos dos metros de ellos, ambas esferas se juntaron, formando una sola, produciendo una niebla amarillenta que envolvió al hombre. 

Cuando su hijo observó que la niebla se disolvía, ya no habla rastro de los objetos, ni tampoco de su padre... 

En su clásico Pasaporte a Magonia, Jacques Vallée describe cómo tres días antes, el 17 de Agosto, Rivelino da Silva ya habla comentado a algunos compañeros cómo había sorprendido a unos extraños enanos excavando un hoyo cerca de su casa. Estos hablan huido al notar la proximidad de Rivalino, quien poco después había visto despegar un objeto en forma de sombrero que se hallaba escondido en la espesura. 

Según declaró su hijo, Raimundo, durante la encuesta policial, la noche anterior a la desaparición había sido despertado por unos ruidos de pasos en su casa, viendo una «extraña sombra» pequeña y de aspecto no humano, al tiempo que escuchaba unas voces que decían:

«Este parece Rivalino, pero no es él. Cuando lo encontremos, lo mataremos».

Resulta muy difícil enjuiciar este tipo de casos ufológicamente. Sin embargo, el caso Mafra da Silva es una buena ilustración del complejo aspecto de la mitología ufológica: las desapariciones misteriosas. 

De los cientos de miles de desaparecidos que anualmente se producen en el mundo, y que jamás llegan a resolverse, un buen número de casos ha sido relacionado, de una u otra forma, con el fenómeno OVNI. 

Evidentemente, la resolución de estos hipotéticos raptos definitivos por los OVNIS llega a través de las conjeturas e hipótesis de los más osados ufólogos, ya que el desaparecido, obviamente, no regresa para dar explicaciones sobre su paradero. Sin embargo, la variopinta casuistica ufológica presenta casos excepcionales a este respecto. 

El 21 de Octubre de 1978, el joven piloto australiano Frederick Valentich —tal y como refiere Dennis Stacy—, que volaba en solitario de Moorabbin a King Island, informó al Centro de Control la presencia de un Objeto Volante Inidentificado que se aproximaba a él. Sus últimas palabras fueron: 

«Está encima de mi; y no es una aeronave». 

Después se interrumpió la comunicación y Valentich y su avión no volvieron a dar señales de vida. 

Doce años después, un matrimonio leonés, de vacaciones en Tenerife (España), protagonizaron un insólito episodio con un joven que, según me afirmaron reiteradamente, era el mismísimo Frederick Valentich. 

Poco después, y durante varias semanas, un joven idéntico al desaparecido piloto australiano, que portaba un pasaporte a nombre del citado Valentich, mantuvo una serie de entrevistas con un grupo de jóvenes canarios, en la Plaza del Charco (Puerto de la Cruz), en Tenerife, afirmando que formaba parte de un grupo de humanos que habían sido «reclutados» por los extraterrestres. 

El relato del supuesto Valentich nada tendría que envidiar a los más atrevidos relatos de ciencia ficción, coincidiendo con las historias de contactados como Sixto Paz Wells, quien afirma que en Ganímedes, planeta que supuestamente visitó con sus «guías del espacio», viven más de 21.000 terrícolas que habían sido «abducidos» para ser preparados para algún tipo de «misión cósmica». 

Ante tales episodios y narraciones, no es de extrañar que los guionistas de series como Los Colby o Corrupción en Miami, incluyan en algunos episodios los contactos o raptos de sus protagonistas por los OVNIs. 

Por todo ello, tampoco ha de sorprendernos que los familiares y amigos de los desaparecidos de todo el mundo lleguen a plantearse, tras la desesperación que produce la incertidumbre, la hipótesis de la abducción para sus respectivos casos. 

En Málaga (España), el 6 de Abril de 1986, se producía una de las desapariciones más enigmáticas de la casuística española. David Guerrero Guevara, «el niño-pintor», de trece años de edad, desaparecía misteriosamente al filo de las siete de la tarde. 

Cuando, en su día, me desplacé a Málaga, para entrevistar a los padres, profesores y amigos de David, así como a otros involucrados en el caso, lo que menos me podía esperar es que entre las teorías que barajaban los más allegados al niño se encontrase la hipótesis OVNI. 

Mientras para algunos la desaparición de David Guerrero podía estar relacionada con alguna de las logias satánicas que existen en Málaga, para otros, como Rafael López (ex tutor de David), el planteamiento de que «se lo haya llevado un OVNI» era el más plausible... 

Esta opinión probablemente estaba muy influenciada por un insólito episodio protagonizado, también en Málaga, en Septiembre de 1975, por la niña Carmen Romero, que también desapareció misteriosamente después de que un extraño objeto fuese visto «caer del cielo». 

Afortunadamente, Carmen «regresó». Quizá, algún día lo hagan otros desaparecidos, y sus relatos desvelar el actual misterio.

© Carballal,1991