Los altos mandos de la Inteligencia española sonríen con ironía cuando algún periodista pusilánime les pregunta por los “expedientes X” del CNI. El periodista también sonríe. Son tonterías, claro, ¿Cómo va a interesarse la Inteligencia española por temas tan desprestigiados como la parapsicología, las sectas o los OVNIs? Y entonces el periodista siente pudor ante su propia pregunta, y se zanja el tema. Es un error.
Pero Fernando Rueda no es un pusilánime. Sabe mejor que nadie que los servicios secretos utilizan cualquier herramienta a su alcance para obtener información útil para hacer inteligencia, y que cualquier posible amenaza a la seguridad nacional debe ser atendida. Incluso cuando esa amenaza es No Identificada.
Después de 25 años ejerciendo el periodismo de investigación sobre el servicio de inteligencia español, puedo garantizar que todos y cada uno de los papeles que mueven es archivado por si en el futuro puede ser de utilidad. Ello me lleva a deducir que al menos los informes de esos dos agentes sobre cada caso deben estar guardados. Y, claro, nunca los conoceremos porque estarán catalogados como secreto. Manglano, un tipo hábil, prefirió no reconocer este extremo para evitar que los especialistas que se pusieron en contacto con él le solicitaran esos papeles.
En el 2000 Miguel Pedrero y José Lesta acudieron al Curso de Verano sobre Servicios de Inteligencia organizado por el servicio secreto español en la Universidad Complutense. Allí se encontraron con J.J. Benítez que asistía al curso, y Pedrero tuvo la impagable oportunidad de preguntar directamente a Javier Calderón, director del CESID, sobre los OVNIs. Calderón le respondió, literalmente:
Hace 20 años acudió al CESID y le dije lo mismo que le digo a usted. En el Servicio de Inteligencia español no nos han preocupado los OVNIs por una sencilla razón; porque tal y como nos los presentan ustedes no son una amenaza. Si es cierta su existencia, es una existencia pacífica, de aproximación y de conocimiento. Nosotros solo trabajamos respecto a amenazas a la seguridad, por lo tanto, sabemos tanto de OVNIs, al menos el servicio español, como cualquier ciudadano curioso que haya leído una revista. Otra cosa es, le dije, que de ser ciertos esos fenómenos no identificados que están en el aire, algún ejercito le haya preocupado, concretamente el Ejército del Aire, la seguridad de los pasillos aéreos. Bajo el punto de vista que no vayan a chocar un avión de transporte con un Objeto No Identificado. Sinceramente, no se mis colegas, pero yo les puedo asegurar a ustedes que no es objeto, ni lo ha sido nunca que yo conozca, de investigación alguna, entre otras cosas porque tal y como se ha presentado, tal y como se ha percibido, no es una amenaza…”.
Comentarios
Publicar un comentario