"Pensé que se trataba de un cohete, pero se movía de manera más lenta, dando la impresión de ir por debajo de las estrellas. Pude ver que la parte terminal del objeto se volvió esférica mas no de gran tamaño, como una Luna llena. El color de aquel cuerpo era blanco-azul, y poseía un brillo que resplandecía como el Sol en un día claro."
- 1.726 d.C.
Estos fenómenos continuaron por la noche, desde las siete y media en que habían comenzado.
Este mismo día, en Lisboa, fue observado a la misma hora, un extraño fenómeno en el cielo, que terminó convirtiéndose en dos pirámides de fuego.
28 de Octubre.- Durante dos horas consecutivas, en Bélgica, concretamente en Vilvoorde, fueron vistos meteoros horribles en el cielo, apareciendo entre las nubes como relámpagos y desapareciendo de la misma forma.
Así consta en Historia de la ciudad de Vilvoorde.
- 1.736 d.C.
Durante toda una noche los testigos vieron una especie de dragón sobre las nubes que parecía rodeado de espadas y cañones estruendosos, así como portador de formas humanas.
El caso está reseñado en la obra El Cielo: ¿Caos o armonía?, de Jean-Pierre Verdet.
Hizo tanto calor de repente que el testigo tuvo que tirar su camisa a pesar de encontrarse al aire libre.
El fenómeno se produjo sobre la ciudad inglesa de Sheffield.
- 1.738 d.C.
A veinticinco kilómetros, en los alrededores de Reading (Berkshire, en Inglaterra), se escuchó un gran barullo en el cielo, seguido de un retumbar sordo y prolongado, que se escuchó durante más de un minuto.
Una llama luminosa se inclinaba hacia atrás, y la extremidad de este objeto parecía hecha de barras de hierro, siendo completamente opaca. En un punto de aquel cuadro longitudinal o cilindro había una especie de caudal de luz más brillante, cuyo brillo disminuía gradualmente hasta el fin del cilindro.
Tenía un brillo tal, según los testigos, que parecía una segunda sombra de los objetos, que eran tan luminosos como el Sol.
Monsieur de Rostan, miembro de la Sociedad Económica de Berna y de la Sociedad Médico-Física de Basilea se encontraba en el Lago Ginebra de Lausana, midiendo la altura del Sol con un cuadrante, cuando se percató de la existencia de un objeto opaco, rodeado de una aureola "gaseosa" que eclipsaba parcialmente al Sol.
El objeto, que se movía mucho más lento que el astro rey, fue observado también desde Sole (Basilea), por M. de Coste, a unas cuarenta y cinco leguas al norte de Launsana.
Rostan tomó una fotografía del objeto con una cámara oscura. Foto que envió a la Academia de Ciencias de París, aunque no aparece en las memorias de la Academia, donde sólo se conserva el informe de Rostan.
- 1.767 d.C.
"Aquello tomó forma de pirámide y se precipitó hacia el río a gran velocidad, desapareciendo rápidamente a siete kilómetros, lo que provocó una emoción considerable en los testigos.
Al pasar, el objeto arrastró una gran carroza, desplazándola a varios metros del campo. Un hombre que se encontraba en la calle cayó del caballo y permaneció mucho tiempo inconsciente. Y el objeto destruyó además una casa y el arco de una puerta. Después desapareció rápidamente".
"De repente, a un lado del camino, vi una especie de anfiteatro enormemente iluminado. En un lado había un sinfín de pequeñas lucecillas tan brillantes que dañaban la vista. Esas luces no eran fijas, ya que saltaban en todas direcciones, aunque había algunas que permanecían inmóviles...".
© Carballal,1991
Comentarios
Publicar un comentario